martes, 4 de marzo de 2014

Primer paso

Hoy es el primer día de muchas cosas. Y hoy daremos nuestro primer paso, espero que en la dirección adecuada, pero eso aún está por verse.
Tyrael se incorpora hoy al equipo y se nos ha asignado a Conan Forrester como nuestro supervisor y superior inmediato.
No lo conozco personalmente pues nunca había trabajado con él y ni siquiera le he visto aún la cara así que no tengo ni idea de lo que se puede esperar ni de lo que él espera de nosotros. Han llegado a mi bandeja de entrada los casos que nos ha asignado. Uno con prioridad sobre el resto. Se trata de la desaparición de una mujer, pero no una mujer cualquiera, sino de una investigadora de la Fundación Ashcroft. Así que me temo que aunque haya otros casos que me interesen más este va a ser el primero sí o sí.

A pesar de que la unidad no está aún completa a falta de la mitad de los integrantes no podemos demorar la búsqueda en un caso tan prioritario y hemos tomado un avión rumbo San Francisco. Me siento incómoda con este viaje. No por el vuelo, eso es lo de menos pero si no me distraigo me pongo a pensar en la dudosa higiene de este tipo de transportes. Mi imaginación viaja al pasado creando perfiles de viajeros que ocuparon mi asiento con anterioridad. Viajeros de aún más dudosa higiene. Que pudieron manosear la butaca con sus sucias manos llenas de gérmenes, incluso toser impregnando todo el entorno....

Por eso precisamente estoy escribiendo ahora mismo. Antes de sentarme limpié mi zona con una de las toallitas hipoalergénicas que traigo en la bolsa y me acomodé como buenamente pude, ahora escribo para abstraerme. Tyrael está entretenido repasando los informes. No hay mucha información, o al menos no tanta como desearía tener, pero ya la he memorizado así que ahora puedo dedicarme a observarle a él. Me intriga. La azafata le ha hecho ojitos pero al parecer él ni se ha percatado, o es muy modesto o ciego. Bueno, eso no es justo, él también tiene cosas en las que pensar. Pagaría por colarme ahora mismo dentro de su cabeza y averiguar lo que contiene. Debe ser una mente interesante, con una cantidad ingente de información y vivencias, conocimientos.

En su vida ha hecho, visto, vivido y sentido mucho más de lo que yo he podido imaginar. Y está todo tan cerca de mi, al alcance de mi mano (eso en el supuesto de que estuviera dispuesta a tocarlo, que no va a ser) y a la vez se me hace inalcanzable.

No diré que no añoro haber tenido una vida distinta, eso sería hipocresía, pero desearlo no lo va a cambiar. Ser siempre la que observa la vida desde un paso atrás tampoco es tan malo. Alguien debe hacerlo para tener una visión conjunta más completa. Y ese alguien posee información privilegiada que a otros se les escapa.

Pero hay algo más, cuando veo a ese hombre "don perfecto" siento una especie de ardor en el estómago, de rabia. Una rabia irracional que no comprendo pero me es inevitable. A él se le dio todo, aunque después se le arrebatara. A mi se me arrebató en el mismo momento de mi creación. Y no puedo hacer otra cosa que preguntarme ¿por qué?. ¿Quién o qué designó que fuera así? ¿Realmente hay algún motivo o causa para ello o se trata del azar? Incluso el azar puede ser controlado por las matemáticas, ¿de qué ecuación formamos parte nosotros?

Y si me pongo a pensar cada vez los interrogantes crecen en lugar de desaparecer. Pero hoy damos el primer paso juntos. El primero como equipo, el primero en esta investigación, el primero de un camino que ignoro donde lleva pero que vamos a dibujar con nuestros pasos.

Y yo solo siento rabia cada vez que miro esos ojos sinceros y duros por igual. Me encuentro con la mandíbula apretada observando su franca sonrisa. Sé que es inmaduro lo que siento pero... lo odio tanto... ¿cómo se puede ser tan perfecto? Es irritante. Me hace sentir torpe, débil, fea... y además culpable por sentir todo esto, él no es responsable de los dones que se le otorgaron. Maldito azar! En alguna parte debe haber alguien riendo a mandíbula partida a mi costa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario