lunes, 3 de febrero de 2014

Punto de partida

El cómo he llegado al punto en el que me encuentro no es sencillo ni es solo cuestión de resolución y suerte. Es un largo camino el que he andado. Desde bebé el gobierno se hizo cargo de mi. Criada en instituciones públicas, era estudiada y guiada. Querían y necesitaban por igual, saber qué somos los blancos, para qué y porqué hemos nacido. A día de hoy tanto ellos como yo continuamos haciéndonos esa pregunta. O si tienen las respuestas, a mí no me las han dado.
Desde muy joven mostré claras inclinaciones y predisposición hacia el estudio de lo arcano. No era solo mi inusitada curiosidad, sino que parecía tener una predisposición física hacia ello. Fui una hechicera realmente precoz. Una niña con capacidad de llevar a cabo rituales sencillos.
Como imaginaréis el gobierno no me ha vuelto a quitar los ojos de encima. Pero ese hecho es precisamente el que me libró de la maldición parapsíquica. Cuando un cuerpo aprende a canalizar la energía arcana dentro de sí y darle forma, no se le puede reenseñar. Y puesto que los parapsíquicos y los hechiceros se nutren de la misma energía, pero la manipulan de formas distintas, al desarrollar mis primeras habilidades, se imposibilitó que mi habilidad parapsíquica innata despertara.
Uno pensaría que el gobierno daría esta opción a los demás blancos, una vez se demostró que todos poseíamos esa inclinación natural de nacimiento. Que se les podría adiestrar en la hechicería, protegiéndoles así como a mí.
Pero claro, si se hiciera eso ¿quién iba a estudiar las capacidades parapsíquicas de los blancos y hasta qué punto pueden desarrollarse? Evidentemente, el resto de mis hermanos son tan ratas de laboratorio como yo, o incluso más, pero sus utilidades son distintas.

No solo eso sino que además tenemos puntos de vista muy diferenciados respecto a nosotros mismos. A ellos se les ha motivado para pensar que son la posible solución a nuestros problemas. Que si no hay explicación científica para nuestro nacimiento es porque algo superior nos ha puesto ahí, para darle a la humanidad la herramienta que necesita para su supervivencia. Ese discurso es muy bonito pero a mí no me acaba de convencer. Y al pueblo llano le resulta mucho más fácil creer todo lo contrario. Está en la naturaleza humana desconfiar de lo que no puede explicarse. Así que sin respuestas, los blancos no seremos nunca una parte normal de la sociedad.

Si bien es cierto que algunos de mis hermanos blancos no me ven como la afortunada, sino como la mermada, yo estoy muy contenta con mi condición en ese aspecto. Y me siento realmente afortunada. Además, este hecho me ha permitido desarrollar la linea de estudio que a mi me interesaba y centrarme en la Teología y el estudio de los Primigenios. Y ese es el motor de mi vida. He estudiado a los Dioses antiguos en profundidad. He visto y leído cosas que otros no soportarían conocer y he llegado a unas conclusiones nada halagüeñas respecto a los verdaderos Dioses y a sus planes para la humanidad. Del mismo modo estoy convencida de que ninguno de ellos es Omnipotente. Por lo que es posible que exista algún dios más poderoso. O incluso alguno benévolo que compense su maldad, manteniendo así el equilibrio en el Cosmos. Incluso puede haber criaturas con el poder de expulsar a estos de nuestro plano. Y entre todas esas posibilidades tiene que haber algo o alguien capaz de responder por el origen de los blancos.

Puesto que el gobierno no me va a dar una beca para centrarme en esos estudios de los que no tengo una base o fundamento consistente, los dejo para mi tiempo libre. Mientras utilizo mis habilidades y conocimientos en un puesto de trabajo bastante bien remunerado.

¿Y cuál es mi trabajo? Esto es un poco más complejo. Trabajo en un departamento de investigación de la GIA que se encarga de los casos "raros". Desapariciones sin explicación, actividades ilícitas que implican las nuevas tecnologías o los estudios arcanos... Somos ese departamento que se encarga de las cosas que no estan clasificadas para ninguno de los demás.

Estaría bien decir que pertenezco a un equipo de élite con un alto porcentaje de resolución en casos y lindezas varias sobre mi trabajo. Pero lo cierto es que mi puesto peligra seriamente. No se me ha dicho de forma clara pero es evidente que la situación no es la mejor en la que podría estar. No he conseguido integrarme en ninguno de los equipos que he trabajado.
Siendo honesta conmigo misma reconoceré que algo he tenido que ver en ello. Pero no resulta fácil integrarse en nada cuando ves perfectamente que tus compañeros no te respetan como al resto. Cuando es evidente que te consideran una molestia o una carga. Si a eso le sumamos que jamás me he integrado en ningún grupo de nada y que ni siquiera he establecido lazos de amistad con mis compañeros en ningún ámbito de mi vida, por mucho que me esfuerce, no lo tengo muy fácil.

El gobierno me ha dado otra oportunidad, no sé si porque realmente creen que puedo ser una buena agente y resultar productiva en este departamento, o porque han invertido demasiado en mí para desecharme a las primeras de cambio. El caso es que tengo una oportunidad y he de aprovecharla y conseguir que esto funcione sí o sí.

Se me han proporcionado 10 currículums y he de entrevistarme con todos y cada uno de los agentes que se me proponen, para poder así construir personalmente mi equipo. Tal vez, habiéndolo diseñado yo, consiga construir algo en lo que pueda encajar. Llevo días estudiando los informes y no negaré que tengo mis favoritos, pero también tengo mis dudas. No sé qué va a salir de esto, pero tiene que salir bien, porque es mi única oportunidad. Y he de admitir, porqué no, que me da miedo.
Esto me sorprende porque el miedo me ha acompañado siempre junto a la soledad y pensé que lo tenía superado. Pero no es así. Hoy toda la seguridad que derrochaba basándome en mi preparación y capacidades, muy por encima de la media, no me sirven de nada. Pues mi futuro no depende de mi, sino del adecuado funcionamiento de un equipo humano. Y cuando la variante humana entra en la ecuación nada, absolutamente nada, permanece fiel a las matemáticas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario